La Sociedad Nacional de Minería (SONAMI), junto a la consultora CRU, realizaron el seminario “El Mercado del Cobre en 2021 y Tendencias de Emisiones de CO2 en la Industria Minera”, donde manifestaron sus proyecciones y expectativas de la industria para 2021.
El presidente de SONAMI, Diego Hernández, destacó la resiliencia del sector minero frente a los efectos de la pandemia, destacando que “la minería ha hecho sus máximos esfuerzos, en conjunto con sus trabajadores, para mantener la continuidad operacional”. De la misma manera, proyectó un cierre de año alentador ante el alza en el precio del cobre, añadiendo que “no se descarta que en el corto plazo pueda seguir subiendo, no obstante hay que tener cautela, pues el próximo año va a ingresar al mercado una oferta importante de cobre, a lo que se agregan ciertos riesgos relacionados con el comportamiento de la economía mundial, particularmente en lo relativo a los efectos de un segundo brote de Covid y una recuperación económica más lenta de lo estimado”.
El encargado de CRU para Sudamérica, Juan Esteban Fuentes, entre otros aspectos, se refirió a la competitividad de la minería chilena donde destacó que la disminución de emisiones de carbono será un factor clave de la competitividad futura de las compañías mineras.
Por su parte, el analista de CRU y especialista en el mercado del cobre, Erik Heimlich, recalcó que 2020 comenzó con proyecciones pesimistas, marcado por el Covid-19, pero está terminando con un precio del metal que no se veía hace casi una década. “El estímulo chino capturó la atención y es el que tuvo un impacto muy fuerte sobre el mercado del cobre. La recuperación económica permite pronósticos positivos para 2021, que implican que China retorna a los niveles de consumo de antes de la pandemia, especialmente en industrias de consumo de cobre, como la construcción”, indicó el experto.
Respecto a la posibilidad de un nuevo superciclo para el precio del cobre, Heimlich se mostró cauteloso. “No está en nuestras proyecciones un nuevo superciclo del precio del cobre. Estamos viendo que podría ser un año de buenos precios, pero proyectarlo a varios años cerca de los US$ 4, consideramos hay algunos argumentos para pensar que eso no va a ocurrir, por lo menos en el mediano plazo. Por cierto que sectores característicos de consumo intensivo de cobre mostraran un incremento, no obstante, existen muchos factores relacionados con la recuperación económica y sus costos que hacen difícil prever un nuevo superciclo, por lo menos para los próximos 5 años”, puntualizó.
Por su parte, el consultor senior de CRU, Francisco Acuña, entregó cifras acerca de la transición hacia un mundo verde y el impacto sobre el mercado del cobre, además de la presión que pone sobre las operaciones mineras y su huella de carbono. “Esta transición pone presión a la industria minera para ser parte del cambio a un mundo más sustentable. Esto implica no solo el aporte de minerales como el cobre, sino que pone en el radar las emisiones propias de la producción minera”, expuso.
En esta materia, Diego Hernández agregó que “la industria minera nacional tiene el claro propósito de disminuir sustancialmente el nivel de emisiones y en ello se enmarca precisamente el cambio en el suministro de energía eléctrica, donde precisamente se están privilegiando las fuentes renovables, y muy pronto más de la mitad del parque productivo será abastecido con energía limpia”.
En cuanto a los nuevos mercados relacionados con la “economía verde”, Francisco Acuña resaltó que estos serán positivos para el metal rojo. “Estimamos que hoy menos del 2% del consumo de cobre refinado está asociado a la electromovilidad, pero esperamos un crecimiento exponencial en la próxima década, hasta un 16%. Dentro de las energías renovables, el cobre también tiene un rol fundamental, y esperamos que en los próximos 10 años se duplique el consumo de cobre dentro de esta industria”, cerró.
El presidente de SONAMI resaltó tres proyectos piloto que se realizan actualmente en Chile relacionados con el uso de hidrógeno verde: el primero busca desarrollar los primeros camiones reacondicionados para operar con combustible dual (hidrógeno-diésel), el segundo es adaptar la operación de cargadores frontales de la minería subterránea de Diésel a Hidrógeno mediante Celdas de Combustibles, finalmente, otro proyecto busca desarrollar en el país módulos de trenes de potencia híbridos para el sector minero, y así reemplazar los convencionales de diésel por unos compuestos por baterías de última tecnología y celdas de combustibles a hidrógeno.