La eficiencia energética proporciona una propuesta de valor de tres niveles, una verdadera situación de ganar, ganar y ganar:

• El aumento de la eficiencia energética ayuda a la sociedad a gastar menos en nueva capacidad de generación de energía y limita el estrés en las redes.
• El aumento de la eficiencia energética reduce las facturas de servicios públicos y aumenta el poder de gasto para las personas y ofrece una mayor competitividad para las empresas.
• Los productos energéticamente eficientes liberan menos CO2, ofreciendo un camino hacia un impacto rápido y significativo en los objetivos del cambio climático global.

La eficiencia energética brinda una ventaja competitiva. El cobre es el mejor conductor no precoz del calor y la electricidad, que es esencial para una generación eficiente y la entrega de electricidad a hogares y negocios. Además, el cobre ayuda a que los productos que lo contienen funcionen con la máxima eficiencia.

El uso de conductores de dimensionamiento inferior reduce la eficiencia, lo que genera un desperdicio de energía, mayores costos de servicios públicos y mayores emisiones de gases de efecto invernadero.