El cobre tiene una larga historia en componentes críticos de transferencia de calor utilizados en sistemas de aire acondicionado debido a sus propiedades únicas, que incluyen:

Alta conductividad térmica

Maleabilidad

Resistencia a la corrosión

Facilidad para unirse

Infinita reciclabilidad

Más recientemente, esta lista también incluye su efecto antimicrobiano. Las aleaciones de cobre puro y cobre tienen propiedades antimicrobianas que matan a los microorganismos al contacto y evitan el crecimiento de bacterias y hongos.

Los ambientes húmedos y húmedos en unidades de aire acondicionado son lugares perfectos para que el moho crezca. Las esporas de moho dañinas pueden diseminarse a través de los ventiladores hacia los hogares y, a menudo, causar serios problemas de salud.

Todos han escuchado historias sobre empleados de oficina que comparten un edificio o sobre estudiantes que viven juntos en un dormitorio enfermándose. Esto se conoce comúnmente como «síndrome del edificio enfermo» y puede ser causado por unidades de aire acondicionado sucio y mohoso.

Las unidades de cobre en espiral están virtualmente libres de moho, incluso después de años de uso, lo que mejora el aire, la calidad y las condiciones de vida.

La acumulación de moho en las unidades que no son de cobre también degrada el rendimiento y evita que las unidades funcionen correctamente, lo que les cuesta dinero extra a los usuarios.