El vicepresidente de la Sociedad Nacional de Minería (SONAMI), Cristián Argandoña, si bien valoró los ajustes que se han hecho al proyecto de royalty, que hoy fue aprobado en la Comisión de Hacienda del Senado, estimó que las cargas tributarias totales para el sector, entiéndase Impuesto a la Renta, Royalty e impuesto adicional, “están aún un par de puntos por sobre nuestros competidores”. “Vemos necesario que se produzca un ajuste para no afectar nuestra competitividad”, acotó el directivo.
“Valoramos que se haya producido un ajuste en las propuestas originales del ministerio de Hacienda con la reducción de las tasas que partieron con una carga tributaria total máxima de 50%. Asimismo, que se produzcan incentivos para que las empresas crezcan, por ejemplo en el caso de las operaciones entre 50 mil y 80 mil toneladas de producción anual”, agregó Argandoña.
Sin embargo, el directivo de SONAMI reiteró que lo aprobado por la Comisión de Hacienda del Senado sigue siendo alto para la industria minera.
De la misma forma, el directivo estimó que es de suma importancia para el sector que el proyecto de royalty “contemple un plazo de invariabilidad tributaria no inferior a los 15 años, con el propósito de dar certeza y seguridad al sector para desarrollar sus proyectos futuros”.
“También creemos que, dada las condiciones que tienen las distintas faenas mineras, el proyecto de royalty contemple que este impuesto lo pague la faena respectiva. Cuando se aplica a través del Rut de la empresa o del controlador, no se hace cargo de las distintas realidades que tienen las operaciones, incluso dentro de una misma empresa, especialmente aquellas que están entre las 50 mil y 200 mil toneladas, que son faenas que tienen costos más altos que las empresas grandes”, precisó Cristián Argandoña.
El vicepresidente del gremio minero planteó que es necesario poder incorporar “esas distinciones a objeto de que el royalty no se transforme en un freno para el desarrollo de nuestra industria”.