Expomin 2025 abrió su primera jornada en un ambiente marcado por la necesidad de abordar los desafíos de la industria de manera colaborativa. En ese contexto, la Sociedad Nacional de Minería (SONAMI) reunió a los principales líderes de las asociaciones mineras de Latinoamérica en el seminario internacional “Minería después de la minería: un nuevo comienzo”, estableciendo un hito de diálogo y reflexión regional del sector.
El panel internacional, moderado por Jorge Riesco, presidente de SONAMI, congregó a representantes de Argentina, Ecuador, México y Perú. «Es fundamental pensar en la minería después de la minería: cómo nos hacemos cargo de los proyectos cuando concluyen y cómo seguimos en una sociedad que nos solicita obrar en una economía circular», señaló Riesco.
“La minería ha sido parte de la historia de nuestro país y también de la región, por lo que realizar un aprovechamiento secundario de lo que tanto ha costado construir y operar puede ser una oportunidad de dejar un legado de lo que ha sido esta industria, pero también seguir siendo un beneficio para las futuras generaciones”, explicó el presidente de SONAMI.
La sesión contó con la participación de la presidenta del directorio de la Cámara de Minería del Ecuador (CME), Carolina Orozco, quien manifestó que «al planificar un cierre de un proyecto minero, es una labor que comienza en la exploración. En esa fase, las empresas contamos con información de línea de base, que nos permite abordar un cierre de proyecto como una oportunidad para iniciar una nueva etapa”.
En esa misma línea, Karen Flores, directora general de la Cámara Minera de México (CAMIMEX), institución con más de 100 años representando al sector, agregó que “durante todas las etapas de la producción minera, es esencial que se incluya a las comunidades. Nuestro rol como gremios es fomentar el vínculo entre el sector privado y público para trabajar por el desarrollo de las comunidades apoyando la generación de políticas públicas con información obtenida en terreno”.
En la oportunidad, Gonzalo Quijandría, presidente del Comité Sectorial Minero (SONAMIPE), entidad que agrupa a las principales empresas mineras de Perú, también enfatizó la necesidad de planes que piensen en qué pasará después de la producción e indicó que “de alguna manera, se debe trabajar durante la vida de la operación en otros potenciales productivos, y que se siga trabajando paralelamente al minero, porque la actividad extractiva es temporal. Debemos ser capaces de cerrar capítulos y de poder contar una historia de término de proyecto exitosa”.
Mientras que Roberto Cacciola, quien lidera la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), resaltó que «aquí hay un denominador común: el diálogo con las comunidades es esencial y siempre debe comenzar con el diseño de las faenas. Pero debe venir acompañado con acciones que tengan por objetivo el desarrollo de la ciudadanía y su entorno. Para ello, incorporar modelos de gestión empresarial adaptativos puede facilitar la transición económica de los trabajadores y comunidades post-cierre”.
Ejes fundamentales
Durante el intercambio, los representantes gremiales coincidieron en cuatro ejes fundamentales para el futuro de la minería latinoamericana: la importancia de la planificación temprana del cierre de faenas, el rol crucial del diálogo con las comunidades, la necesidad de desarrollar alternativas productivas paralelas a la minería, y el enfoque en los derechos humanos como pilar fundamental.
A partir de estos puntos, el consenso general de los expertos apuntó a que el futuro de la industria minera en Latinoamérica debe fundamentarse en la planificación integral desde el inicio de las operaciones, la comunicación permanente y transparente con las comunidades, junto con el desarrollo de alternativas productivas complementarias.
Este encuentro entre los principales gremios mineros de la región permitió establecer una base común para abordar los desafíos post extractivos, poniendo especial énfasis en la responsabilidad social y el desarrollo sostenible de las comunidades mineras, marcando así un precedente en la colaboración regional del sector.