El vicepresidente de SONAMI, Francisco Araya, sostuvo una reunión telemática con productores mineros y directivos y ejecutivos de SONAMI, con el propósito de analizar la normativa ambiental que afecta a la pequeña minería.

En la ocasión, Araya reconoció la dificultad que enfrenta la pequeña minería para poder desarrollarse, en especial por las limitaciones del Decreto 40, del Sistema de Impacto Ambiental, y las diferencias de tratamiento para el sector en comparación al DS 248 sobre diseño, construcción, operación y cierre de tranques de relave.

Por su parte, los productores expusieron las dificultades que les impone la aplicación del Reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, que excluye a los proyectos bajo 5.000 toneladas mensuales y, al mismo tiempo, incluye a los depósitos de relave con muros sobre 5 metros de altura o un volumen sobre los 50.000 metros cúbicos. Para una planta de 3.000 a 5.000 toneladas mes, un embalse de 50.000 metros cúbicos no permite una operación de más de dos años, esto implica que debe construir varios embalses durante la vida útil del proyecto. Además, el DS 248 considera como depósitos pequeños aquellos con muros bajo 15 metros de altura y el Sernageomin entrega una guía especial para relaves de producción bajo las 5.000 toneladas mensuales.

Los participantes manifestaron asimismo la necesidad de que, en la actual contingencia, la minería, en este caso la pequeña, pueda convertirse en una palanca de desarrollo. Sin embargo, el límite de 5.000 toneladas mensuales que impone la normativa es un freno y al subir a 10.000 toneladas facilitaría el crecimiento de la producción y el desarrollo de la tecnología.

Además, los pequeños productores estimaron injusto ponderar solo en base a producción, ya que es diferente una explotación en rajo a la subterránea. “Sernageomin ha velado siempre por el respeto a la seguridad y el medio ambiente y debería dársele mayor reconocimiento”, sustuvieron.

Los participantes concordaron en la necesidad de trabajar en las modificaciones normativas necesarias para apoyar el desarrollo de la pequeña minería, replantear la situación haciéndose cargo de los problemas ambientales, sin abandonar la seguridad, incorporando la innovación e identificando cuáles son sus ventajas.